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México, Distrito Federal, Mexico
Profesor normalista por la Benemérita Escuela Nacional de Maestros; Hizo estudios de Literatura Dramática y Teatro en la UNAM; de Composición Dramática con los maestros: Luisa Josefina Hernández y Hugo Argüelles; De Novela con el Maestro Andrés Acosta; Ha fungido como Jurado en varios eventos de Teatro y de Poesía. Como actor participó en la Compañía de Ofelia Guilmain y en innumerables producciones teatrales a lo largo de treinta años de carrera ¡Y sigue activo!. Como docente ha puesto en escena las obras maestras del teatro clásico y contemporaneo. Es socio de SOGEM y de la ANDA y actualmente se desempeña como Profesor de Teatro en el Instituto Mexicano del Seguro Social y de la Universidad Simón Bolivar. Es un prolífico autor teatral y sus obras más representadas son: "El Diablo no es tan Diablo", "Una Bruja a tu Medida" y "De Veras... La Salud Mental", escribe también cuentos y novelas.

martes, 25 de septiembre de 2012

LA ANIMACIÓN LECTORA EN LA EDUCACIÓN BÁSICA

Ponencia leída en el Primer Coloquio sobre Animación Lectora en la Educación Básica. LA ANIMACIÓN LECTORA EN LA EDUCACIÓN BÁSICA I.- Una anécdota para abordar el tema. De las mejores decisiones que he tomado durante el discurrir de mi labor como animador-lector en la secundaria Diurna No 2 “Ana María Berlanga” fue la de leer con mis “compañeritas” participantes de las sesiones, la obra de Maurice Maeterlinck “EL PAJARO AZUL”. Esta obra teatral es una tragicomedia, obra paradigma de ese género que como todas ellas, deja en quien la disfruta una conmovedora sensación reconciliadora con todos y cada uno de los aspectos de la vida que en su temática aborda. Recordemos la trama: Mytyl y Tyltyl dos niños pobres hijos de un leñador y su esposa, mientras observan por su ventana la casa de sus vecinos quienes disfrutan los regalos y los platillos de los festejos de Navidad, reciben la visita del hada Veryluna, la que sin mayores explicaciones les anuncia que deberán salir de viaje en busca de algo que necesita con urgencia: “El Pájaro Azul” que, intuimos, no es otra cosa que la representación de “la felicidad”. Para este viaje, el hada les proporciona un sombrerito que tiene un diamante mágico con el que –al darle un giro- pueden ver el alma de las cosas y los seres vivos. En su aventura serán acompañados por el “alma” de la Luz, del agua, del fuego, del pan, del azúcar, del perro y de la gata, mascotas de los niños; y todos ellos seres y elementos necesarios para la supervivencia y el contacto con algunos de los afectos terrestres. Inician el viaje y llegan al país de los recuerdos, en donde encuentran a sus abuelos y hermanitos muertos, quienes les hacen saber que ellos –los muertos- reviven de su sueño eterno simplemente cuando alguien los recuerda. En ese sitio encuentran un pájaro azul y lo atrapan, pero desgraciadamente, al abandonar ese lugar perece, pues no es el verdadero pájaro azul que buscan. Visitan el castillo de La Noche, donde la gata y la misma Noche conspirarán contra ellos para evitar que consigan el pájaro azul, pues eso les dará un poder que los convertirá en los amos absolutos de todo lo existente. Llegan al castillo de la voluptuosidad donde los “groseros goces”, personajes que no son otra cosa que actitudes antisociales dañinas para la voluntad y el carácter, intentan esclavizarlos con sus deleites, pero la Luz logra hacerlos reaccionar y huyen, a salvo, de ese lugar y sus fascinantes moradores. Arriban al Bosque, donde las almas de los árboles, convocadas por la magia del diamante se confabulan contra ellos en venganza contra el género humano, a quien los niños representan y porque el padre de ellos, en su actividad de leñador les ha ocasionado mucho daño y sobre todo, la pérdida de algunos de los miembros de las especies allí existentes. Después de una terrible batalla de la que logran salir victoriosos, pero lastimados, los viajeros escapan con grandes esfuerzos de los terrores del Bosque ayudados por el perro y llegan a un nuevo lugar: El Reinado del Futuro, donde generaciones enteras esperan por nacer y donde cada niño tiene su regalo para el mundo: Inventos maravillosos, fórmulas para conseguir cosechas de productos cuyos tamaños y propiedades serán fabulosas; remedios infalibles contra las enfermedades; alguno logrará la paz mundial y muchos otros prodigios. Pero algunos también traen calamidades, muerte y desolación. El guardián de este lugar es el Padre Tiempo quien no permite: ni que alguien adelante su nacimiento ni que se niegue a él, calibrando qué es lo que la tierra puede necesitar más; algún fenómeno maravilloso o un simple hombre honesto. Así, los niños describen un círculo completo para encontrar El Pájaro Azul de la Felicidad, donde había estado siempre, en su propia casa, pero de esto se dan cuenta hasta que su propia madre los despierta al despuntar el día. Después de una gran conmoción pues los niños creen que han estado ausentes durante un año y su madre supone que están enfermos por la suma excitación que muestran, reciben la visita de la buena señora Verlyngot (muy parecida a el hada) quien tiene una nietecita gravemente enferma, la que siempre ha deseado con vehemencia un pajarito azul que Tyltyl posee en una jaulita, como mascota. Los niños se dan cuenta que el pájaro azul y lo que él signifique siempre ha estado allí, en su propia casa, pero ellos no lo habían visto. Conmovidos, los niños deciden regalarlo a la nieta de la señora Verlingot que, presurosa, lo lleva a la niña quien personalmente regresa para agradecerles a los niños su generosidad. Pero en un descuido de todos, el pajarito escapa de la jaula y vuela por la casa para perderse finalmente en el cielo; Desconsolada, la niñita lamenta la pérdida del pájaro azul, pero Tyltyl la consuela. La obra termina con la petición del personaje Tyltyl al público para que si alguna vez alguien encuentra al “Pájaro Azul” los ayude a recuperarlo. II.- Las condiciones en las que se desarrolla mi labor como ANIMADOR LECTOR. La Secundaria Diurna No 2 “Ana María Berlanga” tiene un gran prestigio académico en el barrio, no soslayemos que la colonia Santa María la Ribera, donde se ubica este plantel, era hasta hace unos años, una zona cuyos habitantes gozaban de un buen poder adquisitivo y hasta de algún “prestigio social” que si en la práctica ha venido a menos, no ha sufrido menoscabo en la imaginación de sus habitantes que se esfuerzan por seguir pareciéndolo, con la confusión que esta circunstancia provoca en sus habitantes más jóvenes y en las alumnas que obligadas por la cercanía del plantel a los centros de trabajo de sus progenitores deben acudir a él. Por necesidades puramente administrativas y de organización institucional que no tiene mucho sentido abordar aquí, el taller se desarrolla en dos sesiones semanales de una hora de duración cada cual. Las participantes acudieron a las reuniones “motivadas”, en un principio, por la promesa hecha por la autoridad correspondiente de “mejorar alguna calificación” y hasta obligadas en algunos casos. Pero después asistieron por gusto y sin necesidad de ser coaccionadas de ninguna manera En general las jovencitas no tienen inculcado el gusto por leer, salvo los textos escolares, y estos, las más de las veces, impuestos por sus profesores. Las que han leído algún libro lo hicieron por moda, ejemplos: Harry Potter o alguna de esas novelas de vampiros muy en boga actualmente, pero ninguna tiene claro qué es lo que de esas lecturas les gusta, les conmueve o provoca. La gran mayoría se quejan de la falta de atención de sus familiares, quienes, agobiados por el exceso de trabajo, cansancio, enfermedad o hastío, para librarse un poco de ellas, sencillamente las ponen a “leer algo provechoso” o a estudiar algo en lo que tengan carencias académicas. También debo hacer notar que según me han informado, un número significativo de alumnas comparten sus viviendas con muchos familiares y parientes, teniendo muy poco espacio para ellas y por ende, condiciones muy difíciles para lograr algunos momentos de silencio que les permitan concentrarse en actividades intelectuales. Cinco sesiones fueron necesarias para leer completa esta joya de la literatura dramática y durante ellas, en varias ocasiones, a los ojos de las jovencitas se asomaron algunas lágrimas producidas por la emoción que las inundó sobre todo en los pasajes donde se recuerda a los familiares muertos; En la escena final, cuando los padres de los niños llegan hasta ellos para abrazarlos y colmarlos de caricias llenos de preocupación por creerlos enfermos; También en la tierra del futuro, cuando los saluda un hermanito que nacerá próximamente pero que morirá a causa de dos enfermedades que trae en su equipaje; Y en la escena cuando la nietecita de la señora Verlyngot deja escapar al pájaro azul que los niños le han regalado y que hizo el prodigio de aliviar sus dolencias y levantarla de la cama para ir en persona a agradecerles su generosidad. Es decir: Las alumnas tuvieron la experiencia espiritual de lo que Shakespeare llamó en alguna de sus obras “Saborear la dulce leche de la humana ternura” No temo equivocarme al decir que sin necesidad de discursos moralistas, pronunciados por algún adulto que nunca sabe de lo que habla cuando se refiere a “Valores Universales” las jovencitas participantes observaron a sus propias familias, a sus padres principalmente, al través de esta obra, con una actitud más piadosa -en el sentido más amplio de la palabra- Vislumbraron la dicha que proporciona una existencia tranquila, acompañada de sus seres queridos; Entrevieron el valor sumamente sencillo pero enormemente vital del agua, del pan… de la luz; Conocieron del amor que se siente por los animales domésticos (El perro siempre se dirigía al niño, a Tyltyl, llamándolo “Diosito mío” y eso les causó gran sorpresa) Quizá columbraron que la felicidad, o algo que se le parezca, siempre está más cerca de nosotros de lo que nosotros mismos creemos pero que nos confundimos al buscarla por todas partes menos en nuestro propio hogar. Para mis pequeñas compañeras, después de esta lectura, los árboles, la noche, sus hermanos, sus pequeñas posesiones y la vida entera que las invade adquirieron un nuevo valor vistas al través del lenguaje poético, lleno de nuevos significados que Materlinck les mostró regalándoles un poco de riqueza espiritual. Quise referirme específicamente a esta lectura pues fue la que más las conmovió. Hemos leído otros muchos textos donde se aborda el valor, la astucia, los viajes, epopeyas, la supervivencia, la honradez, el desconcierto ante sentimientos que no podemos explicar, pero en todas ellas persiste la sensación de distanciamiento ocasionada por la falta de alguna experiencia previa. En este texto se privilegia la imaginación, personal e intransferible, rica en elementos conocidos, disfrutados y/o padecidos por todos más tarde o más temprano; También se abordan –de manera concreta no con abstracciones, aunque el texto sea rico en fantasías- valores universales que asombran por su sencillez. Las tragicomedias son comprendidas por los espectadores de manera total porque sus personajes van siempre directos a una meta, positiva o negativa, pero siempre de esencia humana y por ende, universal. Recordemos otra tragicomedia, obra maestra del Noruego Henrik Ibsen “Peer Gynt” que nos hace reflexionar sobre la falta de compromiso del ser humano hacia sus semejantes y su propia vida quien, después de vivir de manera desenfrenada e improductiva muere solo, sin encontrar la paz y la felicidad que pudo disfrutar en brazos de una mujer: Solveig, que siempre esperó por él motivada por el gran amor que le tuvo pero que Peer Gynt no supo apreciar. O la vida infeliz de Marco Polo, otra tragicomedia escrita por Eugene O´Neill. Este comerciante Italiano, Marco Polo, ocupado en acrecentar su fama y fortuna, no se dio cuenta del inconmensurable amor, único valor real que la vida le otorgaba por medio de la princesa Kukachín, hija del gran Khan y también muere solo e infeliz por no saber interpretar la realidad. En conclusión: Para mis compañeras asistentes al taller de lectura, la vida en familia, la naturaleza, sus compañeras, sus amigos, sus propios pensamientos, sus temores y sus alegrías son circunstancias de vida que han adquirido nuevos significados por medio de la lectura. Leer ha sido importante para ellas porque la lectura les ha proporcionado experiencias que quizá la vida nunca les llegue a otorgar pero al leer las conocerán, comprenderán y podrán aprovechar en beneficio de su propia existencia. Así me lo han dicho y yo, les creo. III.- ¿Por qué es importante leer? En su interesante libro “LEER Y ESCRIBIR EN LA ESCUELA” Delia Lerner escribe: “Lo necesario es hacer de la escuela una comunidad de lectores que acuden a los textos buscando respuesta para los problemas que necesitan resolver, tratando de encontrar información para comprender mejor algún aspecto del mundo que es objeto de sus preocupaciones, buscando argumentos para defender una posición con la que están comprometidos o para rebatir otra que consideran peligrosa o injusta, deseando conocer otros modos de vida, identificándose con otros autores y personajes o diferenciarse de ellos, correr otras aventuras, enterarse de otras historias, descubrir otras formas de utilizar el lenguaje para crear nuevos sentidos” […] (pág. 26) Más adelante, en la página 115 leemos: “Leer es adentrarse en otros mundos posibles. Es indagar en la realidad para comprenderla mejor, es distanciarse del texto y asumir una postura crítica frente a lo que se dice y lo que se quiere decir”. […] No imagino que se pueda expresar mejor la importancia de la lectura en nuestras vidas que en los textos anteriores; pero sin embargo me tomaré el atrevimiento de tratar de abundar sobre estas ideas, especialmente en donde se menciona la búsqueda de respuestas a los problemas que se necesitan resolver y –sobre todo- en indagar en la realidad para comprenderla mejor. Cuando se estudia Literatura Dramática se aprende, por comparación, que hay dos grandes vertientes para el estudio de los siete géneros teatrales: El Realismo y el No-realismo o Idealismo y es aquí en donde comienza el desconcierto, porque al ser el teatro la recreación más auténtica de la vida misma, casi un espejo quintaesenciado de ella, al analizarlo nos damos cuenta que, al vivir, reaccionamos influidos por alguno de estos dos sistemas de vida (Para nuestra mala fortuna siempre optamos por el idealismo) y entonces al idealizar la vida nos estrellamos contra la realidad, que no se sujeta a nuestros sueños y nos hace sufrir al no comprender por qué no se cumplen nuestros deseos. Ejemplos sobran, mencionaré algunos: Todos creemos -porque estamos condicionados para ello- que los celos son reflejo de nuestros sentimientos de inseguridad; que los seres humanos no son propiedad de nadie; que los padres aman a sus hijos y estos respetan a sus progenitores; que al elegir una pareja ésta nos debe respetar y ser fiel hasta que la muerte nos separe; que los satisfactores materiales de la vida son directamente proporcionales a nuestras capacidades profesionales; que todos somos vanidosos y necesitados del reconocimiento de nuestros semejantes y otras muchas más ideas, unas equivocadas, otras correctas -depende de cada quien- que hemos adquirido por diversos medios a lo largo de nuestra vida y que forman parte de nuestra educación, nuestro acervo cultural. Y así vivimos, convencidos de la corrección política de nuestras vidas. Pero… en lo más profundo de nuestra alma, se agitan violentas pasiones que nos tiranizan aunque no seamos capaces de reconocerlo y así, resulta que todos somos celosos por inseguros; todos nos sentimos dueños absolutos de nuestros seres queridos y ejercemos alguna violencia sobre ellos; sufrimos cuando nuestra pareja, hastiada de la tortura que le significa la vida con nuestras manías nos abandona o sustituye; nos dolemos del desamor de nuestro hijos o de la nula atención o tiranía de nuestros padres hacia nosotros; y nos frustramos cuando creemos que no nos valoran como nos merecemos en nuestros ámbitos profesionales; Tememos estar enloqueciendo al darnos cuenta que somos capaces de imaginar los más terribles escenarios de crímenes y maldad que creemos a nadie se le pueden ocurrir. En suma: Somos una humanidad cuya esencia no coincide con las circunstancias y eso nos hace sufrir. Las tragedias nos ocurren porque hemos idealizado nuestra persona hasta el punto de no darnos cuenta –mejor dicho, no querer darnos cuenta- que tenemos defectos capaces de llevarnos a la destrucción social, moral y hasta física. Si tan sólo hubiéramos leído… Entonces comprenderíamos que nuestra naturaleza humana imperfecta por su animalidad tiende a satisfacer sus impulsos… Freud dixit. Si leemos, comprenderemos que “Otelo” es un personaje con el que Shakespeare nos hace saber que como él, todos los seres humanos somos inseguros y poco previsores y entonces tendríamos más elementos para reencauzar nuestra conducta; quizá hasta lograríamos padecer menos por celosos. Si leemos, aprenderemos que como en “El Lazarillo de Tormes” alguien tiranizado por nosotros nos colocará justo frente del enorme pilar de la realidad y como el ciego nos partiremos la crisma contra él por no respetar la libertad de nuestros congéneres. Al leer nos daremos cuenta que “Nora” la heroína de “Casa de Muñecas” de Henrik Ibsen abandona su hogar y a sus hijos en busca del respeto que se debe como ser humano; ya después podrá aspirar a ser una buena pareja y hasta una mejor madre. Cuando leemos, la “Carta al Padre” de Franz Kafka la suscribimos inmediatamente si nos identificamos con su esencia, pues expresó mejor que nadie el dolor que le causó la tiranía de su progenitor y volveremos la vista con mayor piedad hacia el nuestro, y comprenderemos que nuestro padre no hizo más que repetir los esquemas aprendidos con mayor sufrimiento que el que pudiéramos haber padecido nosotros mismos y nos cuidaremos muy bien –si no somos necios- de no esclavizar también a nuestros hijos. Por medio de la lectura seguramente podremos sentir, como “Misha” el entrañable personaje de la novela “Mi Vida” de Antón Chejov: un amor sosegado por el trabajo físico, ese que permite sin mayores presunciones ni alardes de grandeza, ganar el pan noblemente desdeñando a los grandes señores, explotadores inescrupulosos de sus siervos. Estoy convencido que la lectura nos aliviará de la angustiosa sensación de padecer demencia al saber que jamás nos sucederá lo que al Dr. Jekyll, quién logró desdoblar su personalidad por medio de una pócima y depositó toda la maldad de que era capaz, en el abominable Mr. Hyde… aunque todos seamos, en algunos momentos de nuestra vida, muy capaces de sentir su furor maligno. La lectura nos salvará de la necesidad de reconocimiento a nuestra inteligencia: el mismo sentimiento que orilló a Raskolnikov, pleno de fatuidad y engreimiento, a confesarle al inspector de policía, cómo dio muerte a la anciana usurera en la novela “Crimen y Castigo” de Dostoievsky. Por supuesto, no debemos soslayar la lectura de temas científicos e informativos por medio de los cuales seremos capaces de salir del lodo del fanatismo y la superstición y le agradeceremos a Carl Sagan (El Mundo y sus demonios) que nos haya aconsejado llevar a nuestros hijos a vacunar, o a algún familiar, o acudir nosotros mismos a una consulta médica con especialistas, en vez de implorar el concurso de potencias divinas, sobrehumanas y folclóricas para aliviar alguna enfermedad grave. Si leemos nos informamos de las posibilidades matemáticas de obtener ganancias millonarias en la lotería y ante la realidad de las cifras nos apaciguaremos y evitaremos la humillación de ser abofeteados con ramos de distintos yerbajos por personas que a veces ni su nombre saben escribir pero que aseguran tener el “poder divino” que obrará en nuestro favor para volvernos ricos. Resumiendo: Un filósofo de la antigüedad pronunció una máxima absoluta “La verdad os hará libres” Ahora podremos comprenderla mejor si la afinamos: “La lectura, en verdad os hará libres. IV.- La Animación lectora en la Educación Básica. Animar una lectura significa darle ánima, alma, sustancia, vida, a esos otros mundos posibles de los que Delia Lerner escribe en su libro arriba citado, por ello, de suma importancia para el logro del hábito gozoso de la lectura es la manera de desarrollar la actividad de quién se plante ante un auditorio pendiente para escucharlo. Es imprescindible que sea alguien amante de la lectura, capaz de descifrar los escenarios físicos y los estados anímicos que el texto posea; Deberá estar lleno de recursos visuales, auditivos, de intenciones, de tonos, timbres, intensidades y silencios plenos de tensión dramática para conmover totalmente al auditorio. Que logre con su voz entregar a sus escuchas toda la gama de sentimientos, contenidos e intenciones explicitas e implícitas que ese texto contenga. Muy importante es que dado que trabajará con pequeños, pues se dirigirá a alumnos de educación básica, su trabajo pueda despertar en ellos el deseo de seguir leyendo y de recrear en su cabeza los “sonidos” escuchados durante la sesión, que pueda imaginar las distintas voces y elementos sonoros percibidos o intuidos y que trate de leer imaginando, escuchando, sintiendo y hasta percibiendo olores, formas y texturas, gracias al antecedente recibido de la manera de leer del animador lector. Es en éste ámbito: la Educación Básica en dónde, si la actividad estuvo desarrollada con calidad, con los mayores recursos que la imaginación y la creatividad aconsejen, el individuo adquirirá el gusto por la lectura y por extensión comenzará a conocer otras ideas, otras maneras de interpretar la vida, comenzará a analizarla y por medio de este análisis -aún elemental evidentemente, dada la juventud de la población escolar- comenzará el camino hacia la libertad intelectual que lo librará de prejuicios, de fanatismos, de supersticiones; comenzará a librarse de idealismos que, como hemos visto, sólo dificultan el camino de la correcta interpretación de la realidad causando sufrimiento a quien no comprende que esta es inconmensurable, inconmovible, a veces inabarcable, pero que está allí y no hay cómo librarse de ella, más bien hay que adaptarse a ella, poniendo en acción el uso práctico de la inteligencia que no es otra cosa que el confrontamiento armónico del individuo con todas las formas de vida y que estas son múltiples y variadas. Profr. Armando Daniels Arellano. Julio de 2012.